Tonight I'm gonna have myself...

...a real good time, I feel alive...

Este ha sido un fin de semana genial, sin duda el mejor de los pasados aquí en el norte, y probablemente el mejor desde que vine por primera vez. Llegué el miércoles por la noche, y el jueves lo dediqué a "aclimatarme". El viernes empezó mal, con dos clases teóricas en danés que me fueron muy útiles (¬¬), pero luego me pasé por los ordenadores de la facultad y le envié un mail a Rojo.

Para los que no le conozcan, Jordi Rojo es un friki barcelonés rehabilitado, ya muy desconectado del tema Magic y tal, al que conozco hace unos cuantos años de torneos y similares. De hecho, incluso aprobó el examen de nivel 1 de árbitro, y tuvo que arbitrar conmigo alguna vez, para tener evaluación práctica. Aquí os pongo una foto suya ;) Pues resulta que el muy friki no tuvo mejor idea que irse de Erasmus a hacer su proyecto de fin de carrera... a Copenhague! :S Yo me enteré por casualidad, y decidí que, ya que tampoco tengo demasiada vida social, habría que saludarle. Por mail nos dimos los teléfonos, y quedamos esa misma noche para cenar y tal.

La cena fue en una pizzeria recóndita que conocía Jordi, y fuimos con varios conocidos suyos: dos treintañeros españoles, bastante majos, una gallega, pianista y con una hermana médica (ya es casualidad xD), y un francés que le tiraba los trastos a esta última (bueno, de hecho era bastante mutuo, creo). Rojo y yo decidimos partirnos una pizza Mexicana grande, y lástima no tener foto de ella: ahí una pizza grande es GRANDE. Por 5 € cada uno quedamos llenos, y eso que ninguno de los dos es un mal comedor.

Mientras nos poníamos las botas, me llamó Jonhatan, mi mentor, del que no sabía nada desde hacía bastante tiempo (lógico también, estando yo en BCN). Me dijo que él iba a la fiesta de esa noche en el Panum (la facultad), y que a ver si convencía a mis amigos. Estos se dejaron engatillar fácilmente, así que allí nos dirigimos los seis, aunque Rojo y yo fuimos en unas bicis municipales que pillamos por ahí. Así, pudimos pasar por mi casa a cambiarme (la pizza había hecho estragos en mi pantalón) y a estrenar la botella de Absolut Citron con unos "shots" combinados con interludios de Fanta naranja. Todo bastante tremendillo.

Cuando volvimos al Panum, no había rastro de los otros cuatro en la cola, pero supusimos que habrían entrado, así que nos unimos a ella... el problema es que estaba tan lleno, que hasta que no salía alguien no podía entrar nadie más. Supongo que es lo que tiene que fuera gratis xD Mientras hablábamos en la cola, se giró una morena delante y nos pregunta, en imperfecto castellano: "ustedes son estudiantes extranjeros?". Sorprendidos, le contestamos que sí y ella nos cuenta que hace tiempo que vive en Copenhague pero es sueca, pero hija de madre chilena... y que sus padres viven en Torrevieja! Vaya tela...

En fin, la chica nos cuenta que a partir de las 12 sólo se permite entrar a estudiantes de la KU (Universidad de Copenhague), y como ya son las 12:30 y Rojo estudia en la DTU (Universidad Tecnica de Dinamarca), empezamos a maquinar como llevarle a dentro. Al llegar a la entrada aún no habíamos decidido que plan era mejor, así que decide arriesgar e intentar entrar con el carnet de la DTU. La encargada de la puerta estaba bastante taja, pero no tanto, y le dice que donde va, que a partir de las 12 bla bla bla. En ese momento intervengo yo (o quizá el Absolut hablando por mi boca), y le suelto "Pero a ver, que cuando hemos llegado a la cola no eran las 12 aún".

Evidentemente, la cola no era de los 45 minutos que pasaban de las 12, más bien de 15, pero de alguna manera, la tía debió llegar a la conclusión de que la culpa de que llegáramos tan tarde era de la organización y no nuestra, así que con un "Bueno, con vosotros haré una excepción" cierra la conversación ante nuestras caras de no creérnoslo.

En ese momento Rojo ya estaba flipando, resulta que en la DTU son casi todo tíos, pero el porcentaje en el Panum es totalmente inverso, y aquello estaba llendo de chicas. Lástima del predominio de las rubias, que no son santo de mi devoción, pero el nivel andaba bastante alto. Tras una visita de inspección a toda la zona, y de descartar el "bar pequeño", un sitio con música bastante bizarra donde la gente iba a sentarse, beber y charlar, nos pusimos a beber cerveza, tanto propia (al principio) como ajena, porque el bar llevaba más de 24 horas abierto y estaba repleto de botellas abandonadas.

Una vez en condiciones, nos pusimos a bailar y observar como iba el cotarro, y la verdad es que yo flipé bastante. La zona de baile no merecía este nombre, sino que era un picadero en toda regla: llegaba hasta allí un grupito de chicas, se les acercaba otro de similar número de buitres, y se tiraban en picado a un nivel que yo no he visto jamás en España. O sea, de coger a la interfecta, separarla de su grupo, ponerse a bailar con ella en pareja, y al cabo de media hora estar haciéndole un lavado de estómago con la lengua. Tremendo.

Rojo y yo confiamos en el estilo tradicional español, y preferimos hablar un rato con un par de suecas (morenas! XD). El caso es que cuando nos dijeron de ir a bailar, duraron 10 minutos antes de irse a otra parte, cosa comprensible: si a nuestra habilidad innata para bailar unes los efectos etílicos de vodkas y cervezas, debíamos ofrecer un cuadro espectacular. Eso sí, nosotros lo pasamos genial, y hacía mucho que no me reía tanto de fiesta. Otro momento espectacular fue cuando, en la puerta del lavabo, una chica bajita pero que estaba bastante bien empezó a explicarme porqué iba disfrazada de pitufa y a escuchar mis respuestas a sus preguntas con una sonrisa y algo de cara de embobada... hasta que Rojo salió del lavabo, totalmente ido y gritándome (en catalán): "Tiu, que allà dins hi ha monedes, que la gent tira diners!!!". Varias veces. Evidentemente, la chica huyó a la velocidad de la luz, y mi querido cazatesoros estuvo disculpándose como media hora. Pero, sinceramente, no creo que con la pitufa me hubiera reido ni la mitad de lo que me descojoné cada vez que recordaba la escena. Y sí, la gente había tirado monedas dentro de los urinarios, dentro de los meados de hecho, no tengo ni idea de con qué maléfico objetivo.

...If you wanna have a good time,
just give me a call...

Tras varios episodios de esta calaña, decidimos que era el momento de irnos a casa. Resultó que, de alguna manera, se habían llevado mi bici municipal, para sacarle las 20 míseras coronas (ni 3 euros) que tienen como depósito. Ante esta situación, no pude más que reirme, y caminar hasta casa, donde le dije a Jordi que durmiera, pq conducir una bici municipal 15 kilómetros en su estado no parecía una gran opción. Por cierto, que la foto que puse antes es de ese mediodía, al levantarnos xD

El sábado, ya puestos, decidí enseñarle a Rojo el poder de los Tallarines a la Parmesana Gallina Blanca (el muy flojo no los había comprado nunca, y le parecieron cremosísimos), y luego a ver el partido de Hattrick mientras él iba a comprar nosequé. Gané 5-0 y mi humor alcanzó límites impresionantes, dispuesto a más fiesta por la noche. Dormí una siesta y hablé con Rojo a ver que hacía, pero no lo tenía claro: pensaba cenar por Lingby (donde vive), y luego no sabía. Así que decidí ir por mi cuenta al Panum, que ya tenía un aspecto lamentable tras unas 50 horas abierto, en plan estudio antropológico. La verdad es que aquello más que una fiesta era ya una reunión de "jartos" (seres bizarros salidos del inframundo, para resumir una definición), y yo aproveché para hacer un par de fotos bien cremosas (clicad para verlas en toda su magnitud):
No hay demasiado que se pueda añadir a esto, excepto que el tío del carrito se pasó en él casi toda la noche y que, como me dijo Dani: "cuando te vistes normal y te rodeas de gente así... pareces normal". En fin... xD

En cuanto a mi experiencia allí, no estuvo mal, me reí bastante, mejoré unas decimillas mi habilidad "Bailar" (pero sigo bajo mínimos, sobre todo cuando te mezclan Ricky Martin con Elvis con Offspring así sobre la marcha...), flipé mucho más que el día anterior con el buitreo existente hasta con las tías mas tuskers (poco agraciadas, para los que no entiendan jerga ;)), y me aburrí sobre las 4 (que en realidad eran las 5 por el cambio de hora), así que me pasé un rato en Internet. Una pena, porque al cabo de un rato les dio por poner Rammstein, y alguna cosa cremosa más, pero uno ya no estaba para muchos trotes. Así que para casa a dormir hasta tarde y pasar una tarde de vagancia, como debe ser los domingos, sin hacer nada más que escuchar música, charlar en Internet y leer "1602", un pedazo de cómic cuyo disfrute debo a Marta, que me llevó a la tienda de cómics donde vi el segundo tomo, y a Esther, que me consiguió un primer tomo que todo el mundo daba por agotado.

En fin, que como decíamos ayer (o antesdeayer, que me ha llevado tres días escribir este tocho), este fue un fin de semana cojonudo, y la semana que le sigue está siendo también bastante cremosa. Así que lo dejo por hoy, y en la próxima actualización: bicis, tortillas, frikis, quinceañeras rubias en mi casa y Omar siendo la calma en medio de la tormenta (en serio! ;)).

...don't stop me now, yes I'm having a good time,
I don't wanna stop at all!!...

Un abrazo a todos los que hayan leído todo el tocho, sobre todo si os ha arrancado alguna sonrisa ;)