Vértigo que el mundo pare…

…que corto se me hace el viaje…

Hace más de 1 mes que no actualizo este retazo de mi vida que inicié en septiembre, como un chavalito asustado por la experiencia de vivir solo y rodeado de nadie. Vosotros, mis queridos lectores habituales, mis amigos al fin y al cabo, sabéis que he pasado momentos realmente malos allí. Que el “quiero volverme ya” que escribí el primer día no desapareció hasta mucho después. Y que os he echado de menos a todos, mucho, y también a alguno que ya no anda por aquí.

Y sin embargo, al final se me hizo corto. Sí, corto. Supongo que todo es cuestión de ese espíritu infantil que quiere más, precisamente, de lo que no tiene. O, simplemente, que cuando empecé a adaptarme, a hacer cosas, a pasármelo bien en general, sólo me quedaba un mes allí. Es complicado irse de Erasmus y arrastrar cosas de tu vida anterior como hice yo. Pero conociéndome, no había otra alternativa. Y no sólo ha valido la pena, sino que ha sido de lo mejor que podía hacer.

…seremos otros, seremos más viejos,
y cuando por fin me observe en tu espejo,
espero al menos que me reconozca,
y me recuerde al que soy ahora…

Me siento como si hubiera perdido lastre, muchos lastres en realidad. Varios internos, y alguno externo. Lo segundo es lo más fácil: 5 meses fuera te cambian la vida quieras o no. Y sobre todo, te la clarifican. Aunque sea duro ver que no debías haber confiado en quien lo hiciste, es fácil darse cuenta de que mejor cuanto antes porque, al fin y al cabo, hubiera hecho más daño más adelante.

Interiormente he cambiado, y mucho, desde que me fui. Pero, por mucho que me han preguntado, no he sabido definir bien cómo. Se podría decir que he vuelto mucho más “zen” (let it flow), o más maduro, pero no es exactamente (ni sólo) eso. Supongo que es difícil explicar un estado mental. Pero volver en un estado de tranquilidad, de serenidad, de saber afrontar las cosas como se merecen, de saber cuando y como responder o dejarlo estar… la verdad es que es lo mejor que he sacado de Copenhague.

…y en el futuro espero,
compañero, hermanos,
ser un buen tipo, no traicionaros…

Bueno, y ¿cómo afronto el futuro? Para empezar, no es el de Copenhague el único viaje que se me hizo corto. También pasé durante unas horas por Málaga a la vuelta de Dinamarca, y claro, como no iba a hacérseme corto. Y qué corto se me hizo el último, el de esa malagueña perdida en Barcelona, intentando mostrarle los retazos más importantes de mi vida, o de la ciudad, o de ambas cosas…

Y mi vida, ahora mismo, pasa por el estudio. Las vacaciones han estado muy bien, pero ahora mismo toca pensar en el futuro. Y no sólo en el que menciona Isma (“ser un buen tipo…”), que siempre será el más importante, sino también en el académico-profesional. Ahora mismo estoy haciendo de nuevo Pediatría, que debo sacarme “sí o sí”, y seré licenciado en Medicina. Que vértigo, ¿no? ;) Pero además, al final decidí hacer el examen del MIR como primera piedra de un camino todavía algo brumoso, y me he apuntado al curso que da la Academia de Oviedo a distancia. El prólogo ha empezado ya, y suponen que debemos hacer unas 4 o 5 horas diarias de estudio, cosa imposible teniendo en cuenta que tengo no sólo que ir a clase de Pediatría, sino también estudiarla. Así que andamos estresados (“un poquillo”), pero poco a poco esperamos coger el ritmo, sacar Pedia y darle duro. Ya os iré contando.

…pero basta de lamentos,
brindemos que es el momento,
que estamos todos, y no falta casi nadie,
y hay que apurar la noche,
que acaba de empezar…

Porque ¡estamos de celebración, señores! Este diario de una huida tiene poco sentido ya, una vez instalado de nuevo en mi querida Barcelona natal, pero debo reconocer que me ha gustado compartir cosas por esta vía con vosotros, y que ya me picaba el gusanillo de escribir. Así que he creado un nuevo blog para mi vida aquí, en el que espero veros de vez en cuando, si os apetece. Como decía tito Isma, a veces hay que robar versos a poetas que han dicho como te sientes antes que tú… y esta vez he saqueado amigablemente a Sabina, poniendo de título ese “Algunas veces vuelo” que tanto me representa (“…y otras veces, me arrastro demasiado a ras de suelo”). Podéis llegar haciendo clic aquí o simplemente escribiendo http://algunasvecesvuelo.blogspot.com.

A veces me comentáis que soy muy pesado pidiendo comentarios. Es posible. Pero tened en cuenta que, si no lo hacéis, yo no tengo manera de saber si alguien ha leído esta enorme cantidad de sentimientos vomitados sobre una pantalla. Y al contrario, aunque un comentario no diga prácticamente nada, ya te hace sonreír sabiendo que quien te lo deja ha leído lo escrito, ha sido partícipe de esta complicidad al menos por un momento.

Y hablando de cómplices, ya que “estamos todos y no falta casi nadie”, me permitiréis que me despida con un agradecimiento personalizado a los habitantes de este humilde blog. Todos vosotros os lo merecéis.

Gracias David (Sevilla), por darme esta idea, que quizá me haya evitado la locura más de una vez. Eres un grande y se te echa de menos por aquí.
Gracias Bea, por las noches pasadas, por los días que vendrán.
Gracias Marina, Miguel, Dani, Lluna, Marineta, por demostrarme que sois tan buenos amigos aún en la distancia, por ser la luz en la oscuridad, por sonreír conmigo.
Gracias Martuccia! por ayudarme tanto sin saberlo, por dejarte conocer, por confiar en mi. Por ser la mejor padawan que uno puede esperar ;)
Gracias Marc, por la poesía en cada línea de tu prosa, por los ánimos, por enseñarme ese “zen” ;)
Gracias Carol, por una amistad incondicional como pocas, por tu confianza, por tus palabras en general (y por tu link! ;))
Gracias Rojo, por esas fiestas en la Panum, por las cenas, por saber sacarme de casa, pero sobre todo por esas conversaciones que muchos no entenderían, pero que realmente valen la pena. See you in Barna City.
Gracias Lozano por hacerme sonreír siempre con tus comentarios ;)
Gracias Esther Trujillo, por compartir tanto conmigo, por sacrificar sueño por un amigo.
Gracias Sol, por hacerme pensar que algunas de las cosas que escribo valen la pena.
Gracias Ardani, por las traducciones del alemán, y por pensar que he influido en algo en tu manera de pensar. ¡Y por el libro del poker! ;)
Gracias faces, Mantxi y compañía, por dar la nota friki al blog :P
Gracias Viti por mantener viva la “llama”
Gracias Inés por enseñarme la chica debajo del caparazón.
Gracias Muñe, “ninyato”, por las partidas de MWS de madrugada, por recordarme que “ninguna mujer vale una partida de Extended” (xD), por escucharme en los momentos más inverosímiles.
Gracias Beñat, por compartir insomnio, por supportearme, por creer en mí como seleccionador.
Gracias Francisco, frik!, por toda la música, por ser el primer visitante de este blog, por aguantar mis pataletas, por llevarme a casa ;)
Gracias David (Urbano), por ser el mejor amigo que alguien puede tener, incluso siendo merengue ;)
Gracias Esther, por ser mi amiga pese a todo, por cuidarme tanto, por venir a verme al frío norte, por ser como eres.

Gracias a todos, los que menciono y los que (imperdonablemente) me dejo, por eso, por ser como sois, además de por compartir conmigo esta locura, por leerme sin descanso, por apoyarme en todo momento, por arrancarme sonrisas, por preocuparos por mí, por quererme tanto como yo os quiero.

Un abrazo y nos vemos :)